sábado, 6 de diciembre de 2008
He imaginado la vida como esa isla pero no rodeada de mar, sino de un inmenso vacío y en la que el arte es la ventana que me permite asomarme, asombrarme, delirar y regresar.
¿Es que acaso podemos traspasar esas fronteras que nos acosan, nos limitan y a la vez nos ”protegen” y nos hacen sentir “seguros”, sin sentir miedo de no regresar?
¿Es posible disfrutar aún de lo desconocido, aunque esté precisamente dentro de nosotros?
¿Cómo pretender hacer arte encerrado en la isla y no asomarse a sí mismo a lo que nos da alivio y a la vez nos atemoriza?
¿Cómo sentir miedo de descubrir nuestra propia desnudez, si la ropa no la llevamos dentro? ¿Cómo esconderse de tu propia obra, si es que así fue concebida?
¿Cómo sentir siempre lo mismo si nuestra vida es un cambio continuo?
Quizás si haga falta negar, tachar, borrar, rehacer y replantear para afirmar la idea y salirse de la obra para sentirse parte de ella.
No es mi intención representar lo estético ya que tiene cualquier forma aquello que me asombra...
No se trata de decir nada nuevo es simplemente dibujar aquello que no puedo expresar con palabras.
Es mirar fuera lo que se tiene dentro.
La obra es hija del subconsciente y la conciencia.
Mis obras serán eso: un mensaje en la botella en donde el que la encuentra y quiere, lee.
Claudia Hernández
¿Es que acaso podemos traspasar esas fronteras que nos acosan, nos limitan y a la vez nos ”protegen” y nos hacen sentir “seguros”, sin sentir miedo de no regresar?
¿Es posible disfrutar aún de lo desconocido, aunque esté precisamente dentro de nosotros?
¿Cómo pretender hacer arte encerrado en la isla y no asomarse a sí mismo a lo que nos da alivio y a la vez nos atemoriza?
¿Cómo sentir miedo de descubrir nuestra propia desnudez, si la ropa no la llevamos dentro? ¿Cómo esconderse de tu propia obra, si es que así fue concebida?
¿Cómo sentir siempre lo mismo si nuestra vida es un cambio continuo?
Quizás si haga falta negar, tachar, borrar, rehacer y replantear para afirmar la idea y salirse de la obra para sentirse parte de ella.
No es mi intención representar lo estético ya que tiene cualquier forma aquello que me asombra...
No se trata de decir nada nuevo es simplemente dibujar aquello que no puedo expresar con palabras.
Es mirar fuera lo que se tiene dentro.
La obra es hija del subconsciente y la conciencia.
Mis obras serán eso: un mensaje en la botella en donde el que la encuentra y quiere, lee.
Claudia Hernández
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